AUXILIO, TRAMITACION Y GESTION DE JUSTICIA 2016
Estimado Carlos,
Te escribo para darte una gran noticia: he conseguido aprobar las tres oposiciones para la Administración de Justicia a las que me he presentado.
Recurrí a ti justo en mi última etapa de la oposición, tras más de dos años estudiando a tiempo completo. Justo cuando todo parecía ir sobre ruedas, tenía los primeros exámenes aprobados y todo estaba al alcance de mi mano, estaba completamente devastada y tú me ayudaste mucho a confiar en mí misma y a ponerme otra vez sobre el camino.
He de decir que en mi caso concreto no fueron tanto tus consejos "tácticos" sobre la oposición, (pues ya estaba andada la mayor parte del camino) lo que me ayudó, sino el apoyo psicológico. Aunque a muchos opositores les pueda parecer la parte menos importante de la preparación, en pos del método de estudio, para mí ha sido, con diferencia, lo más difícil de este proceso. Opositar supone, o al menos, ha supuesto para mí, encerrarse en una burbuja en una realidad paralela difícil y muy solitaria, donde pierdes la noción de la realidad y donde mantener la mente fría es esencial para no terminar perdiéndose en ella y lo que es más importante, perdiéndose a uno mismo y a su identidad. Esto, que a muchos les sonará a chino, estoy segura de que le pasará a alguno que esté leyendo estas palabras. Por eso, mi principal consejo para ellos, es que nunca abandonen sus principios, su identidad, su valor como personas, los hobbies que les hacen ser quienes son.
También les diría (y siempre basándome en mi experiencia personal, que puede no ser la de los demás), que no piensen que aprobar una oposición les va a dar la felicidad, o más valor como personas, o un caché, o algo parecido. Eso ya lo tienen, desde el primer momento en que deciden opositar, y es algo que va con cada uno, y que no tiene nada que ver con el trabajo que vayamos a desempeñar o el éxito que tengamos en aquello que nos propongamos. Por eso creo que tener claro quiénes somos, por qué hacemos lo que hacemos, a dónde nos conduce cada paso y por qué en su día decidimos darlo, es tan o más importante que tener una buena técnica de estudio, un buen temario, o un buen preparador. Nosotros mismos somos la herramienta fundamental, y a la vez nuestro peor enemigo, y por eso nuestra mente, o nuestra alma, o como cada uno quiera verlo, tiene que estar convencida y determinada. Esto es importante porque dudaremos muchas veces a lo largo del tiempo que implica preparar una oposición, que no suele ser poco, y con el tiempo acabas adentrándote en estadios cada vez más profundos en los que olvidas cómo has llegado hasta ahí y quién eras antes. Y es importante que en esos momentos de duda tengamos algo a lo que aferrarnos, y sepamos estar preparados para responder con mente fría al "diablillo" que constantemente en nuestro interior intentará que desistamos con todo tipo de argumentos.
En definitiva, el ser humano es un animal de costumbres y acaba acostumbrándose a cualquier situación, lo cual es por un lado una gran ventaja a la hora de opositar (porque te acostumbras a la rutina de estudio), y por otro, un peligro, pues acabas olvidando otros aspectos de ti mismo que has ido aparcando y que formaban parte de ti, por lo que puedes acabar "desdibujándote" poco a poco.
Como bien sabes, yo he accedido a esta oposición por el turno de minusvalía, y por ello me pedías que te dijera un poco mi experiencia, o los consejos que les daría a aquellos que también se planteen opositar por este turno. En este aspecto, creo firmemente que la minusvalía no es sino una ventaja "administrativa" que en un momento dado te puede permitir obtener plaza con unas notas de corte más bajas que las del turno general (cosa habitual). Sin embargo, conozco muchos casos, entre ellos el mío, en los que a pesar de acceder por este turno, tu nota se equipara a los que acceden por el turno general.
Creo que el éxito de una oposición se base en tres pilares: convencimiento, capacidad, y tiempo, por este orden. Convencimiento puede parecer muy obvio, pero por ejemplo en mi caso he dudado muchas veces a lo largo del proceso sobre si eso era lo que realmente quería, y eso ha supuesto una rémora. Capacidad es quizá la más importante. Y aquí es a donde quería llegar: da igual si una persona tiene algún tipo de minusvalía física o sensorial, o alguna enfermedad que le haya supuesto el reconocimiento de una minusvalía. Lo único importante es si está capacitado (mentalmente) para entender el temario, estudiarlo, y asimilarlo. Y eso es algo que depende de nuestra mente, no de nuestro cuerpo. Por eso, y salvando por supuesto las minusvalías psíquicas que limitan esta capacidad, y aquellas otras que no te permiten estudiar de una forma cómoda, alguien con minusvalía está en principio igual de capacitada.
Dicho esto, está claro que accediendo por este turno puedes conseguir plaza con un nivel de preparación inferior, pues sobre todo en ámbitos u oposiciones en las que hay varias plazas, los últimos que la obtienen por este turno, tienen notas de corte inferiores, llegando incluso a veces (aunque son excepciones) a bastar un 50 sobre 100 (es decir, un aprobado raso) para conseguir plaza. Mi consejo, por tanto, es que si se pretende sacar partido de la minusvalía y uno no se ve lo suficientemente preparado para tener el aprobado "asegurado", intente presentarse en sitios en los que haya al menos 2 ó 3 plazas de minusvalía, ya que la primera plaza casi con seguridad será para alguien que a pesar de acceder por ese turno, consiga una notas similares a las del turno general, o para que me entendáis, "siempre va a haber algún listillo por delante de vosotros", así que mejor no jugársela a conseguir la única plaza que hay.
Además, por si alguien accede por este turno, es importante saber que si por ejemplo hay una plaza, y hay alguien por delante de ti y tú eres el segundo (en principio no obtendrías plaza), pero tu nota es superior a la obtenida por el último del turno general, entonces entrarías por el turno general. Ejemplo práctico: 20 plazas por turno general y 1 plaza por turno de minusvalía. El último que obtiene plaza por el turno general tiene un 80. El que ha conseguido plaza por el turno de minusvalía tiene un 90. Y el que ha quedado segundo por turno de minusvalía tiene un 85. Pues el de 85 pasaría a obtener plaza, figurando en la lista de los de turno general (de manera que el que obtuvo 80 se quedaría sin plaza, porque era el último). Esto es importante porque en realidad, los que acceden por el turno de minusvalía no están "condenados" a acceder sólo por este turno, sino que juegan un poco en los dos bandos. Ahora bien, el que ha obtenido plaza por minusvalía (el que sacó 90) no por ello pasa a figurar en la relación de aprobados del turno general, sino que "ocupa" la plaza de minusvalía, aunque su nota sea superior. Por eso siempre digo que para "sacar partido" a la minusvalía y poder obtener plaza con una nota "baja", siempre es mejor que haya varias plazas, porque con un sola plaza, no suele haber ninguna ventaja, ya que el primero por minusvalía siempre tiene notas parecidas a las de turno general. Espero haberme explicado más o menos...
He dejado para el final casi mi único propósito de este mail, que es agradecer de todo corazón a Carlos Valiña lo que ha hecho, no ya por mí, sino por cientos y me atrevería a decir, miles de opositores que han recurrido a él. Su libro es magnífico y muy muy completo, y a mí me ayudó en el último empujón, que fue cuando lo adquirí, aunque me hubiese encantado tenerlo desde el principio. Por eso le recomiendo a todo el que decida opositar que lo adquiera cuanto antes. Es muy ameno y engancha un montón, y la información que hay en él, no la encontrarán en ningún otro sitio. A mí me sirvió para no sentirme tan incomprendida y para darme cuenta de que mis mismas dudas, o parecidas, también las habían tenido otros en mi misma situación. Pero lo que más me ayudó fueron sus palabras de ánimo y sus consejos personalizados, que arrojaron un poco de luz donde sólo había oscuridad. Contesta enseguida y de muy buena gana a todo lo que le planteas, y sobre todo, te comprendiste muy bien y te asesora siempre teniendo en cuenta tu caso personalizado y tus circunstancias, pues la experiencia le permite tener siempre una respuesta para cada pregunta. Por eso mi consejo es que si alguna vez estáis perdidos, y no halláis la respuesta en su libro o no disponéis del tiempo suficiente para buscarla, no dudéis en recurrir a él, porque no existen muchas personas con esa calidad humana y esa sabiduría.
En cuanto a mí, si pudiera, desde mi humilde punto de vista, aportar mi granito de arena y resolver cualquier duda sobre las oposiciones, en especial las de justicia, estaré encantada de hacerlo y quien quiera puede contactarme en el siguiente mail: laperaoposiciones@gmail.com
Respecto a subir a tu página mi aprobado: ¡¡¡por supuesto que sí!!! He tratado de resumir un poco todo lo que me has ayudado (del libro aún no puedo decir mucho, puesto que como te dije, leí sólo algunos trocitos que necesitaba en ese momento, aunque tengo pendiente leerlo entero porque me apetece un montón),
NOTA: bueno, tal y como es propio en mí, me ha quedado un mail larguíiiiiisimo, jaja, que me da hasta vergüenza. Por favor, dispón de él como gustes y corta y pega lo que más te convenga o creas que puede serle útil a la gente, o donde tú creas que procede más (tu libro, tu blog, o simplemente para tu información). Cualquier cosa más que pueda aportar o con la que pueda ayudarte a completar tu libro estaré encantada de hacerlo (aunque lo veo difícil, porque está completísimo!!).
Un afectuoso saludo, Carlos. Quedo infinitamente agradecida por tu ayuda.
Hola Sxxxxxx.
Menudo alegrón que me das jeje, no me importa haber esperado por noticias tuyas si es nada menos que para enterarme de tres aprobados de una tacada, que yo sepa has batido el record de todos los que confiaron en mí, es que es brutal lo que has hecho y además yendo por discapacitados y aprobando en el turno general las tres, realmente es que me dejas sin palabras y eres un ejemplo para todos los que tu parten en inferioridad de condiciones.
Y es que, por ende, pedazo de mensaje que me has enviado.
No es ya solo que saques plaza, no es ya solo que saques tres plazas de una tacada y en unas oposiciones reñidísimas, no es ya solo que vayas por el turno de discapacitados, no es ya solo que quedes con la mejor nota en dicho turno, no es ya solo que tus notas pese a ello te hubieran valido para aprobar en el turno general, como si todo esto fuera lo más normal del mundo, ni siquiera es ya solo que te brindes a ayudar a los que están todavía en tránsito hacia su plaza, incluso dando tu dirección y convirtiéndote en "ángel de Charlie", es que además de todo eso que ya me deja poco menos que sin palabras, añades en tu mensaje una serie de consejos tan extraordinariamente valiosos y tan profundos que realmente mejoran todo lo que yo he podido hacer en este campo de lo que debe ser la manera de mirarse el opositor en el espejo y seguir reconociéndose en el, al punto de que no solo voy a dejar noticia de ellos en la pagina en el apartado de consejos que dan los opositores, sino también en la sexta edición del libro, porque creo que son oro molido y creo que nunca acertare a ponderar lo suficiente su valor.
Me alegro infinito de que alguien con tu profundidad de visión valore en su justa medida la importancia del apoyo psicológico. De algún modo el capítulo IV del libro, el más psicológico, es realmente el corazón de mi obra, el lugar por donde se empezó a escribir y todo él se subordina a mantener incólume este pilar crítico del opositor. Esto me falto a mi por entero en su día y bien caro lo pagué, quizá por eso comprendí su verdadera importancia y me consagré a ello sacándolo del dolor de las entrañas.
De manera que solo puedo decirte que un millón de gracias, por acordarte de mí, por tan magnífica noticia, por tus valiosos consejos, por tus valiosas opiniones, por tu autorización para subir el mensaje, por tu autorización para publicar el correo donde te pones a disposición de los que aun transitan el océano opositoril, por tu ejemplo de pundonor, sacrificio y superación, y en definitiva por enseñarnos a todos que esta raza nuestra, a veces maestra en iniquidades, es también capaz de las más grandes empresas y méritos.
Un completo honor.
Con admiración. Carlos.
S. (2)
Estimado Carlos, Perdona por haber tardado un poco más de lo habitual en responderte.
Antes de nada voy a contestarte a lo que me decías en tu correo anterior para que no se me olvide:
No sabes cuánto me alegra y me halaga que te gusten mis comentarios y/o consejos. Para mí siempre es un infinito placer hablar con (o leer a) gente como tú; tanto, que este tipo de conversaciones, o de personas con las que uno logra esa conexión que parece mirar más allá del alma, sólo se pueden contar con los dedos de la mano (al menos, en mi caso), y muchas veces, no las encuentras en tus seres más queridos, sino en perfectos desconocidos que, por azares de la vida, se cruzan en la vida de una, como tú.
En fin, no sé cómo agradecerte todos tus consejos, y sobre todo, doy gracias por haberte conocido, de verdad. Eres una persona excepcional.
Seguiremos en contacto.
Que cosas tan bonitas que me dices, me sacas los colores, y eso de "conexión que parece mirar más allá del alma" que bien dicho está, tienes el don de describir las cosas más difíciles de pasar al papel con la mayor exactitud y a la vez poesía. Considera la posibilidad de dedicarte además a escribir o enseñar una vez que aterrices en tu destino, eso si no te presentas a Secretarios Judiciales por promoción interna, que sería lo suyo porque no creo que pueda haber oposición que se te resista.
Un inmenso honor me tengas en tal estima.
Con aprecio, Carlos.
ResponderEliminarSarasate compuso en 1878 “Romanza andaluza” y “Jota navarra”, que publicó luego como Danzas españolas, Op. 22. Las ocho Danzas españolas, fueron publicadas de dos en dos entre 1878 y 1882 en Berlín y todas ellas obras de extremado virtuosismo a la hora de su ejecución. El Zapateado es una de las más célebres.
Sarasate dedicó esta Romanza a Norman Neruda, nombre artístico de la violinista Lady Halle.
Estas danzas españolas son anteriores en el tiempo a las integradas en su opus 37 -Doce danzas españolas- que datan de 1890.
Sarasate compuso en 1878 “Romanza andaluza” y “Jota navarra”, que publicó luego como Danzas españolas, Op. 22. Las ocho Danzas españolas, fueron publicadas de dos en dos entre 1878 y 1882 en Berlín y todas ellas obras de extremado virtuosismo a la hora de su ejecución. El Zapateado es una de las más célebres.
EliminarSarasate dedicó esta Romanza a Norman Neruda, nombre artístico de la violinista Lady Halle.
Estas danzas españolas son anteriores en el tiempo a las integradas en su opus 37 -Doce danzas españolas- que datan de 1890.
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